Clean Beauty: Cuidado de la piel respetuoso con el microbioma

¿Qué es tu microbioma?

El microbioma es una comunidad única de bacterias, hongos, virus y levaduras que viven en la piel. Cada centímetro cuadrado contiene aproximadamente un millón de microorganismos que forman una parte importante de la barrera cutánea. Compiten por el alimento y los recursos, y dificultan la entrada de patógenos. 

El microbioma de la piel desempeña una importante función inmunológica desde el nacimiento. Los bebés nacidos por vía vaginal heredan el microbioma de su madre al atravesar el canal del parto, donde forma una defensa rápida contra patógenos como el SARM. Se cree que los bebés nacidos por cesárea heredan el suyo del contacto con los médicos, el entorno hospitalario y el contacto piel con piel con su madre tras el parto. A medida que crecemos, el sexo biológico, la edad, el estilo de vida, el entorno y la etnia también influyen en las diferencias microbianas que nos hacen únicos.

La piel sana tiene un microbioma diverso y una barrera cutánea intacta que es capaz de retener agua y nutrientes, además de formar una barrera contra los patógenos. Las enfermedades de la piel, como la dermatitis atópica y el acné, están asociadas a un microbioma desequilibrado (lo que se conoce como disbiosis) y a una barrera cutánea deteriorada. Cuando intentamos mejorar el aspecto o la textura de nuestra piel, podemos alterar sus condiciones, lo que a su vez puede alterar nuestro microbioma. Por eso los deseos cosméticos deben equilibrarse con la comprensión de que nuestra piel es un ecosistema. Cuando tratamos el cutis con amabilidad le permitimos hacer su trabajo de regular el sistema inmunitario y protegerlo de factores externos como los rayos UVA, la contaminación y el daño oxidativo.

Los estilos de vida modernos han afectado drásticamente a la salud de nuestro microbioma. La exposición a productos sintéticos como detergentes, conservantes y cosméticos está mermando nuestro microbioma, lo que provoca afecciones cutáneas poco frecuentes en las comunidades indígenas. Los niños que llevan estilos de vida urbanos también carecen de exposiciones tempranas importantes a los microorganismos que se encuentran en el suelo y el agua y que ayudan a desarrollar un sistema inmunitario sano. 

Ayudar a que la barrera cutánea se mantenga sana es una función importante que podemos realizar a través de la cosmética, pero es importante elegir bien qué cosmética usamos. La industria cosmética moderna se basa en la fabricación de productos que utilizan una gran cantidad de ingredientes sintéticos y que se elaboran en grandes lotes. Esas grandes cantidades producidas se almacenan durante largos periodos de tiempo para conseguir así que los costes sean lo más bajos posibles. Este enfoque requiere el uso generalizado de conservantes, materiales que son biocidas y que se cree que son perjudiciales para nuestro microbioma. Las investigaciones también sugieren que los productos con un alto nivel de ingredientes sintéticos reducen la diversidad natural del microbioma y se ha descubierto que se acumulan en la piel durante semanas después de su uso.  Por otro lado, los ingredientes naturales resultan familiares a nuestra piel, desde un punto de vista evolutivo, y han sido utilizados y tolerados por los seres humanos durante miles de años.

Por eso creemos firmemente que lo fresco es lo mejor.

Frescura segura

La cofundadora de Lush e inventora de productos, Helen Ambrosen, es una apasionada de la fabricación de productos frescos y eficaces para el cuidado de la piel de todas las edades (y lleva mucho tiempo haciéndolo). Aunque Lush siempre ha creado productos sólidos que no necesitan conservantes, como las burbujas de baño, fue Helen la pionera de las fórmulas autoconservantes de Lush para el cuidado de la piel: productos formulados para mantenerse frescos, eficaces y seguros sin conservantes sintéticos (según la definición del Anexo 5 del Reglamento sobre Cosméticos de la UE). En 2022, un sorprendente 90% de los productos de Lush de la gama fija eran autoconservantes.

Hay mucha presión para hacer productos como todos los cosméticos del sector", explica antes de añadri: "Los productos estándar pueden permanecer en los almacenes durante 18 meses antes de venderse, y tienen una vida útil de 36 meses desde la fecha de venta. Algunas de las marcas más populares también utilizan niveles realmente altos de químicos sintéticos para crear efectos instantáneos en la piel. Están vendiendo sueños a la gente y puede haber una recompensa para la piel, pero lo cierto es que al principio se notan resultados y luego un declive constante en la salud de la piel. Es un poco como exponerse al sol, cuando la piel queda radiante durante una semana más o menos, mientras que internamente se produce un daño a largo plazo. O resulta en un edema [hinchazón facial] cuando la piel trata de protegerse. Esto atrapa uno o dos folículos pilosos, lo que da lugar a una mancha, y hace que se utilicen productos cada vez más fuertes".

"Lo que siempre hemos hecho es elaborar productos maravillosos y frescos con grandes cantidades de ingredientes naturales, lo que da lugar a un producto con grandes efectos para la piel y el cabello. Utilizamos conservantes mínimos o formulaciones totalmente autoconservantes que no contienen conservantes artificiales para proteger el microbioma natural de la piel, que tiene un papel fundamental en la salud de la misma. Te decimos cuándo hemos fabricado el producto para que puedas ver su frescura, te decimos cuándo usarlo y cómo guardarlo para obtener los mejores efectos".

Lush ha crecido con el propósito de hacer llegar los productos más frescos a la piel de los clientes lo antes posible. El proceso incluye una formulación meticulosa del producto; un panel de personas que prueban los productos; pruebas microbiológicas internas y externas; y un envío rápido desde las fábricas y fechas de caducidad más cortas. Todo ello para ofrecer al cliente un producto mejor y más fresco. A cambio de una vida útil más corta, y a veces haciendo un poco de espacio en su nevera, los clientes obtienen productos llenos de bondades, no de conservantes.

Tomemos el ejemplo de la superventas Mask Of Magnaminty. Este producto, que cuenta con una vida útil de cuatro meses, tiene que ser comprado por el cliente en los tres meses siguientes a su elaboración. Una mascarilla facial fresca como Glen Cocoa, con una vida útil de 28 días, tiene que venderse en los 10 días siguientes a su elaboración. Más del 99% de los ingredientes de ambos productos son de origen natural. "Cuando decimos fresco, podemos ilustrar realmente lo que es fresco", dice Helen. 

La directora de pruebas de productos, Jet Shears, tiene algunos consejos prácticos para sacar el máximo provecho a tu cosmética fresca y autoconservante: "La higiene de las manos es importante. No querrías comer algo con las manos sucias… Y pasa lo mismo con los cosméticos. También te diría que no guardes tus productos sobre o cerca de un radiador o en la repisa de una ventana soleada, del mismo modo que no querrías comer alimentos que se hayan calentado", advierte.

"Y lo que personalmente creo que es el número uno en cuanto a cómo cuidar mejor de tus productos es utilizarlos frescos. Vive el momento. No escatimes. Aplícalos generosamente, úsalos frescos y consúmelos. No guardes nada para lo mejor: la vida es demasiado corta. Ponte tu vestido favorito y aplícate la crema que mejor te vaya".

Cosmética rebelde

Elaborar productos frescos y mínimamente conservados significa ir en contra del statu quo. Hacer productos autoconservantes significa ir un paso más allá. 

Muchos cosméticos contienen un alto porcentaje de agua, un importante ingrediente para el cuidado de la piel que actúa como disolvente, permitiendo que los ingredientes beneficiosos lleguen a su destino. Sin embargo, también proporciona un medio ideal para el crecimiento bacteriano. Por tanto, reducir el contenido de agua de un producto es fundamental para poder eliminar los conservantes artificiales. Esto implica un cuidadoso reajuste de la fórmula y el aprovechamiento de las propiedades antimicrobianas de los ingredientes naturales, que tienen ventajas adicionales para el cliente.

La mascarilla autoconservante Mask of Magnaminty, por ejemplo, tiene un 25% de miel, mientras que su versión con conservantes tiene un 5%. La miel es antimicrobiana, pero también tiene beneficios adicionales para la piel, ya que es suavizante, limpia delicadamente y es antiinflamatoria. Asimismo, los niveles de otro humectante, la glicerina, se han ajustado en la fórmula autoconservante, lo que da a esta versión una textura más rica y ayuda a la piel a retener la humedad. 

Haz el bien a tu piel (y al planeta)

Además de la piel, a Helen le preocupa otro ecosistema cercano: el planeta. Para decirlo sin rodeos, los conservantes son biocidas, lo que significa que su propósito es destruir los seres vivos. En algunos casos, esto es claramente necesario para proporcionar un producto seguro y eficaz, y el daño puede minimizarse utilizando un conservante en la concentración más baja en la que sea eficaz. Sin embargo, un gran número de conservantes sintéticos utilizados para dar a los cosméticos esa larga vida útil no se descomponen en el agua, lo que significa que se bioacumulan y dañan las formas de vida acuática. Esto también podría tener consecuencias para la salud humana en el futuro.

"Los conservantes sintéticos impiden que las cosas se descompongan en el medio ambiente, por lo que cuando la gente los usa se van a los sistemas de agua", explica antes de añadir: "Pero materiales como la miel, la sal, las mantecas naturales, las arcillas y el caolín se descomponen por sí mismos y no dañan el medio ambiente de ninguna manera”.

Los compradores de las versiones autoconservantes de Dream Cream, Ocean Salt, Mask of Magnaminty y Ultrabland entre 2014 y 2022 evitaron que 5.721 toneladas de conservantes entrasen en producción, algunos de los cuales habrían llegado hasta nuestros sistemas de aguas dañando la vida marina.

Cuando es necesario un conservante sintético, Lush utiliza una cantidad mínima, aprovechando la rápida salida del producto de nuestras fábricas y la corta vida útil para limitar la concentración que necesita nuestra cosmética fresca. La investigación ha descubierto que los conservantes artificiales utilizados en los niveles máximos que permite la legislación pueden tener un efecto perturbador en el microbioma de la piel cuando podrían inhibir el crecimiento microbiano en niveles más bajos. "Los productos mínimamente conservados ofrecen a los clientes una opción si les preocupa la ausencia de conservantes sintéticos", afirma. "Por eso ofrecemos algunos de nuestros productos más vendidos, como Dream Cream y Mask of Magnaminty, en dos formatos: uno con conservantes y otro sin ellos".

El trabajo más reciente de Helen ha sido reformular cinco de las cremas hidratantes faciales de Lush, muchas de las cuales creó por primera vez con el cofundador Mark Constantine hace décadas."Redujimos el contenido de agua y reequilibramos cuidadosamente las fórmulas para asegurarnos de que seguían funcionando de maravilla en la piel. Podríamos considerarlas versiones superconcentradas de las originales: no es necesario utilizar tanta cantidad y se ha eliminado la preocupación por los conservantes. Mejor para los clientes, mejor para el personal que fabrica nuestros productos a mano y mejor para el planeta".

Crear productos que tengan un gran impacto en los clientes, pero uno mínimo en el planeta, es un trabajo que requiere esfuerzo, pero Helen no muestra signos de querer tirar la toalla. "Llevamos décadas creando procesos que nos permiten elaborar estos maravillosos productos frescos con grandes cantidades de ingredientes naturales, de los que disfrutan millones de personas en 49 países diferentes. Y, al hacerlo, hemos iniciado una revolución cosmética, sin siquiera darnos cuenta", expone.

Di hola al cuidado de la piel respetuoso con el microbioma

Elegir un producto Lush significa dejar el mundo mejor de lo que lo encontramos. Puedes comprar toda la gama de productos para el cuidado de la piel respetuosos con el microbioma en nuestro sitio web, a través de la aplicación o hablando con un miembro del personal en la tienda.

Fuentes

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Holland, T et al 2002. ‘Cosmetics What is Their Influence on the Skin Microflora?’The American Journal of Clinical Dermatology, Volume 3, Issue 7.

 Lalitha, CH et al 2013. ‘Impact of superficial blends on skin micro biota’, International Journal of Current Pharmaceutical Research, Volume 5, Issue 3. https://innovareacademics.in/journal/ijcpr/Issues/Vol5Issue3/718.pdf

Qian Wang MS, 2019. ‘Effect of cosmetic chemical preservatives on resident flora isolated from healthy facial skin’, Journal of Cosmetic Dermatology, Volume 18, Issue 2.

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Pinto, D et al, 2021. ‘Effect of commonly used cosmetic preservatives on skin resident microflora dynamics, Scientific Reports volume 11, Article number: 8695.

Jin-Ju Jeong et al, 2015. ‘Effects of Cosmetics and Their Preservatives on the Growth and Composition of Human Skin Microbiota’, Journal of Society of cosmetic scientists of Korea,Volume 41, Issue 2.

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