¡Ya no sudarás más la gota gorda!
¡No hay nada como unas axilas agradecidas! O, al menos, eso te puede parecer si estás en medio de una clase del gimnasio y te das cuenta de que los cuerpos de tu alrededor, que se mueven con todo el entusiasmo del mundo, no están emitiendo un olor como el tuyo. En cualquier caso, no te preocupes, porque todo el mundo suda.
Hoy en día se puede medir el olor corporal con una unidad estándar: «Un olf es la cantidad de aire contaminante que produce un adulto mientras está sentado con una higiene de 0,7 baños al día», afirma el autor Robert Jütte.
Así las cosas, ¿cómo se apañan algunas personas para oler bien todo el día?
Personaliza los productos de tu rutina de afeitado
Afeitar vello corporal indeseado es algo que se remonta a tiempos prehistóricos. «Afeitarse el vello, o no, es algo que se ha hecho por higiene, religión, estilo personal, sexualidad, hábitos y tradiciones», escribe Victoria Sherrow en su extenso estudio sobre la historia cultural del pelo.
En lo que a la desodorización respecta, los polvos corporales y los desodorantes van a funcionar de forma efectiva independientemente de si te afeitas, te depilas con cera o mantienes el pelo. Si te decides por dejártelo largo, los polvos y los desodorantes llegarán a tu piel fácilmente.
Por otro lado, si te afeitas o te depilas con cera, es probables que, sin quererlo, elimines la primera capa de la piel, además del vello, claro. Esto puede dar lugar a una piel hipersensible. Por este motivo, es buena idea darle a la piel tiempo para que descanse antes de aplicarle cualquier desodorante y elegir opciones más suaves como Aromaco o The Greeench.
Un sueño dulce
Después de bañarte o ducharte por la noche, un poco de polvos corporales en las sábanas o directamente sobre la piel hará que te sientas muy a gusto y en condiciones para viajar al mundo de los sueños.
Si alguien se queda en tu casa, u organizas una fiesta de pijamas, un poco de estos polvos en las sábanas es un precioso aroma de bienvenida.
Y si esa persona es un muy buen amigo o amiga, los polvos Silky Underwear, de jazmín y vetiver, son una opción sofisticada… y sensual. Igual la persona se quiere saltar la parte del pijama…
Adiós al mal olor en el gimnasio
El sudor regula la temperatura corporal. Cuando el calor que produce el cuerpo supera el calor que libera el cuerpo, se suda. En este momento, es cuando el agua de las células y del torrente sanguíneo se evapora. Se trata de un proceso natural que se lleva fomentando mucho tiempo por medio de las tradiciones, ¡como las termas romanas y las saunas escandinavas (que, curiosamente, inspiraron las gelatinas de ducha)!
Los desodorantes, a diferencia de los antitranspirantes, permiten que tu cuerpo haga lo que tiene que hacer. Los aceites esenciales y los polvos que contienen los desodorantes alejan la hidratación de tu cuerpo, neutralizan los olores y limitan las bacterias (lo que hace que tu sudor huela).
Por tanto, no tienes de qué preocuparte si sudas pero te has puesto el desodorante. Pon un poco de polvos corporales en la mochila del gimnasio y empieza la lista de reproducción para entrenar. Tanto el desodorante como los polvos corporales tienen licopodio en polvo, altamente absorbente, y salvia, que se añade por sus cualidades antisépticas y astringentes.
Y después de entrenar…
Quítate la ropa del gimnasio y métete en la ducha. Y, cuando hayas salido y te hayas secado, ponte los polvos Silky Underwear para disfrutar de una piel suave. Una pequeña aplicación hace que ponerse la ropa sea pan comido.
Asimismo, si te empieza a entrar calor y te preocupa el olor cuando vas a clase o al trabajo, los polvos corporales son una opción estupenda. Simplemente aplica una pequeña cantidad para asegurarte de que hueles bien durante todo el día.
Los pies y los polvos
Vale, te pones a hacer todo lo que te decimos en este artículo, pero ¿tienes los pies en condiciones cuando te quitas los zapatos?
El ser humano tiene de media de dos a cuatro millones de glándulas sudoríparas en todo el cuerpo ¡y no todas se encuentran en las axilas! T For Toes se ha diseñado teniendo en mente los pies.
El aceite de árbol del té es uno de los ingredientes que siempre está al pie del cañón. Lo encontramos en T For Toes (junto al caolín y al bicarbonato de sodio para que no haya humedad). El árbol de té se conoce por sus propiedades antibacterianas y antifúngicas, sobre todo por su efectividad contra unos hongos llamados levaduras.
Los zapatos que te pusiste ayer son un refugio para las bacterias. Están todavía húmedos, generalmente en la oscuridad y a una buena temperatura; no obstante, un poco de polvos podales absorbe cualquier exceso de humedad. Para disfrutar de unos pies frescos y de buen olor, una opción excelente es ir alterando los zapatos. ¡A pararle los pies al mal olor y a los hongos!
Trátate bien
Ahora nos vamos a poner un poco en modo madre (es un minuto solo).
Comer bien es una forma de oler incluso mejor de lo que lo haces ahora. Los psicólogos evolucionistas Dunbar y Louise Barret afirman que «no es sorprendente que nuestros olores corporales revelen información sobre nuestro metabolismo, por ejemplo sobre lo que hemos comido (ajo), bebido (alcohol), problemas metabólicos o cambios (estrés), y posiblemente sobre algunas enfermedades infecciosas que podamos tener».
¿No te lo crees? Prueba lo siguiente (probablemente para un día vago en casa): frótate un diente de ajo machacado y crudo en los pies. Quince minutos más tarde, tendrás el sabor en la boca.
Si eres un chico, hay estudios que sugieren que cambiar los sándwiches por las ensaladas puede hacer que huelas mejor. El estudio (que no se ha llevado a cabo con mujeres todavía, por desgracia) demostró que a los hombres que tenían una dieta variada con frutas y verduras, además de tofu, carnes y grasas, se les puntuó con un mejor olor que a aquellos que consumían una mayor cantidad de carbohidratos.
Y otra cosa más… Igual piensas que salir de casa con la camiseta de ayer puede hacer que parezcas un Don Draper que necesita poco mantenimiento, pero lavar la ropa con frecuencia (sobre todo la que está en contacto directo con la piel) es algo obligatorio para oler bien.
¡Experimenta!
Hay un momento y un lugar para experimentar: el momento es ahora y el lugar es cualquier sitio. El 47 % de la gente dice haber probado una nueva marca de desodorante en los últimos doce meses y el 62 % le ha dado una oportunidad a una fragancia distinta durante el mismo periodo. A veces, seguir a las masas es beneficioso.
Prueba diferentes desodorantes o polvos corporales en el gimnasio, de camino al trabajo, en épocas de más calor o más frío, o dependiendo de lo que te apetezca. ¡Lo único que no se te puede olvidar es que tienes que divertirte mientras lo haces!