El carbón de Dorset

El carbón se ha convertido en un ingrediente muy popular en la cosmética por sus numerosos beneficios para la piel: limpia el rostro, exfolia y absorbe, además de ayudar a suavizar y matificar la piel.

Jim Bettle es el dueño de la empresa "The Dorset Charcoal Company" y produce carbón como se ha hecho siempre: en grandes hornos de metal que lleva hasta los bosques remotos de Dorset. 

El trabajo de Jim es muy valioso, sobre todo porque el carbón que produce no sale de sus propios árboles, sino que se adentra en el bosque, con su gran horno portátil cuando alguien lo llama porque hay que aclararlo. Su trabajo forma parte de una tradición que está en riesgo de desaparecer y que solo continúan algunos apasionados como él.

En los bosques, como en todas las tierras, la gestión forestal es clave para permitir que los árboles más grandes crezcan altos y fuertes. Así, al talarlos para dejar hueco a los pequeños, la madera es de la mejor calidad. También es importante para permitir que la luz llegue al suelo, hasta las plantas y flores, que atraen a insectos y los insectos a pájaros y animales. Es todo una cadena. La biodiversidad de los bosques es fundamental para el ecosistema y la supervivencia de las especies. Todo eso, precisamente, es lo que hace Jim: mantener el campo vivo y cuidar de la naturaleza. 

Además, al comprar este carbón también ayudamos a mantener la vegetación abundante de los bosques. 

¿Cómo se hace el carbón?

Hace falta habilidad para producir un saco de carbón, es un proceso que se hace a ojo, con la experiencia como única guía. El carbón resulta de la combustión incompleta de la leña. Primero hay que permitir que la madera expulse la mayor cantidad de agua posible, para que al final solo quede un trozo seco, fácil de prender y de quemar.  

Si la madera se deja mucho rato al fuego, al final queda reducida a cenizas, por eso hay que saber cuál es el momento ideal para sacarla. En el otro extremo, si se expone poco tiempo a las llamas, no se habrá eliminado suficiente agua y el tronco no arderá bien.

Los hornos de carbón son grandes recipientes de metal donde se deposita la madera, entre las llamas, de forma cuidadosa. Después, se coloca una tapa encima y se cierra con firmeza. Ayudados del color y la cantidad de humo, los productores de carbón controlan el flujo de aire que entra en el horno, a través de unos conductos de ventilación. La leña permanece dentro unas 16 horas, antes de convertirse en carbón.

¿Por qué compramos el carbón local?

La mayor parte del carbón que se comercializa en el Reino Unido viene de fuera y suele proceder de bosques que se aclaran, cuando en realidad deberían estar mejor protegidos. Sin embargo, el que compramos de forma local se produce como parte de gestiones forestales.

El uso del carbón

La mayoría de carbón que se adquiere en Reino Unido, unas 60.000 toneladas, se utiliza en barbacoas. Pero tiene otros muchos usos, entre ellos, técnicos e industriales, como es el caso de los filtros. Este ingrediente sirve para eliminar compuestos orgánicos del agua y del aire.

También se ha utilizado en productos de farmacia desde hace siglos, sobre todo para tratar problemas disgetivos y envenenamientos. Hoy en día tiene diferentes aplicaciones en la medicina.

El carbón, sobre todo el que procede del sauce, es muy popular entre los artistas, por todos los estilos que permite crear.

Lush también recuperó la tradición de fabricar jabón negro. Una vez que conseguimos dar a los granos de carbón el tamaño conveniente, empezamos a incorporarlo en nuestros productos, como el jabón facial Charcoal o la gelatina dentífrica Plaque Sabbath, por sus propiedades absorbentes y exfoliantes. Un ingrediente así hay que aprovecharlo al máximo. Además, necesitábamos una excusa para seguir visitando a Jim en los preciosos bosques de Dorset.

Sabemos que el carbón que produce Jim ayuda a mantener el bosque verde, frondoso y lleno de animales.

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