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La frescura importa

Cuanto más natural sea un producto, mejor es para tu piel. Es algo simple, ¿verdad? Pues para Lush es algo esencial.

Lo que hacemos en esta marca es frescura, desde mascarillas faciales protegidas con hielo hasta nuestra caja de suscripción. Creemos que lo fresco es lo mejor. Y, de hecho, te ofrecemos la cosmética más fresca del mercado.

Que sea fresco

¡La frescura enamora! Usar ingredientes frescos ha estado en nuestro ADN desde que nuestros inventores e inventoras empezaron a crear productos. Prácticamente todos los días las fábricas de Lush reciben frutas y verduras, que pelamos, hervimos o machacamos para nuestros productos, desde champús hasta cremas hidratantes. ¿Por qué hacemos esto? Simple: cuanto más fresco es un ingrediente, más nutrientes contiene, tal y como Daniel Campbell, inventor de Lush, nos explica: «La fruta recibe un flujo de energía constante de árbol. En cuanto deja la rama, se empieza a descomponer. Cuanto antes la usemos, mayor cantidad de nutrientes y beneficios para la piel».

Nuestros productos no se quedan más de 21 días en las estanterías de las fábricas sin que se envíen a los clientes.

Las mascarillas faciales más frescas

Nuestro objetivo es que los productos salgan de las fábricas y lleguen a tus manos lo antes posible para que así puedas disfrutar de la máxima frescura. Nuestras mascarillas faciales son ultrafrescas, y tienen ingredientes como arándanos, miel, avena, almendras, uvas, ajo, tofu, limón, zumo de lima, jengibre o perejil. Frutas nutritivas, hierbas que controlan la grasa, arcillas que reafirman la piel, aceites esenciales efectivos… Usamos todos estos ingredientes en nuestras mascarillas faciales por sus efectos potentes, y queremos que las uses frescas para que estén en su máximo esplendor. Así pues, las llevamos directamente a las tiendas (o a tu casa) y tienen que refrigerarse y usarse rápidamente, porque los ingredientes que tienen son increíblemente frescos.

Vale, cojamos nuestras algas, por ejemplo.

Del mal al barco y de ahí a la tienda (o a tu casa)

Amanece en el Puerto de Poole. Un marinero local, Pete Miles, dirige su pequeño barco pesquero Esperance a través de las aguas de corriente rápida. Una vez llegado a su destino, recoge puñados de algas dentadas, sujetándolas por el follaje de rápido crecimiento de la parte superior y agitándolas suavemente para librarlas de cualquier fauna marina antes de llenar por completo dos sacos de red.

Pete vuelve al puerto en el plazo de una hora, transporta los sacos en la parte trasera de su camión y conduce los diez minutos que lo separan de la fábrica de Lush, donde nuestro personal trabaja desde las seis de la mañana preparando las mascarillas faciales frescas. Antes de incorporar las algas a nuestra mascarilla facial fresca BB Seaweed, se realizan controles en busca de posibles agentes externos. A la hora de comer de este mismo día, se envían ya a las tiendas.

Puedes ver todo el proceso en este vídeo.

Nuestra evolución de lo fresco

En la primera época de Lush, ya describíamos nuestras mascarillas faciales como ultrafrescas y las servíamos en peladuras de fruta fresca. Volcano, la mascarilla de pies, venía en un tomate; y el recipiente de Cosmetic Warrior, por ejemplo, era un limón.

Si piensas que las mascarillas faciales frescas de nuestras tiendas tienen tan buen aspecto como para comérselas (cosa que no aconsejamos), es porque se inspiran en un visita a una tienda delicatessen, hace más de treinta años, donde los ingredientes se presentaban en boles plateados brillantes.

En 2019, llevamos la obsesión más allá y le anunciamos al mundo, con todo el orgullo, la apertura de la tienda Fresh & Flowers en París, un lugar precioso en el corazón de la capital repleto de productos para la cara, el cuerpo y el pelo recién hechos. Todos tienen que usarse en unos pocos días (o menos) para sacarle el máximo partido a los beneficios naturales de los ingredientes.

Después, en 2021, quisimos llevarte a casa los cosméticos más frescos con la suscripción a la caja Fresh & Flowers. Cada mes recibirás productos repletos de ingredientes directamente sacados del campo; ingredientes que se cortan y se mezclan en nuestras cocinas y que se te envían el mismo día que se hacen.

Cómo conservar tus productos

Te habrás dado cuenta de que, al igual que la comida que compras en el supermercado, los productos de Lush tienen una fecha de caducidad. Y lo que es más raro aún: puedes ver cuándo se han hecho los productos y quién trabajó a mano esa tanda. «Cuando hablamos de “frescura”, podemos ilustrarla”, dice Helen Ambrosen, cofundadora de Lush e inventora de productos. Así pues, para exprimir el máximo jugo a tus productos, te recomendamos que los uses antes de la fecha de pérdida de frescura».

A continuación te dejamos unos consejos para conservar tus joyas de Lush:

Mascarillas frescas

Lo mejor es ponerlas en la nevera (no recomendamos congelar ninguno de nuestros productos), dado que cada mascarilla está hecha con ingredientes frescos y activos. Pueden usarse hasta 28 días después de su fabricación.

Limpiadores

Los limpiadores frescos para la piel y el pelo, como Angels on Bare Skin, Aqua Marina y Herbalism, pueden conservarse a temperatura ambiente hasta tres meses.

Y en cuanto al resto…

Los productos de cuidado de la piel y capilar, los bálsamos labiales, los de ducha, los desodorantes, el maquillaje y las pastillas de dientes se conservan bien hasta 14 meses a temperatura ambiente.

¿No puedes esperar?

Siempre que es posible, usamos ingredientes frescos y de temporada que se obtengan de forma ética para asegurarnos exactamente de dónde provienen y así poder llevarlos a las tiendas o a tu casa. Pero si te ves con muchas ganas de un producto muy fresco mientras tanto, ¿por qué no intentas elaborar una mascarilla facial? La cofundadora de Lush, Mo Constantine, y su hija, Claire Constantine, directora de tienda, han creado este vídeo corto en el que enseñan cómo hacer en casa una mascarilla facial rejuvenecedora usando flores y plantas que pueden encontrarse en la mayoría de los jardines e ingredientes que tenemos por casa, tanto en la despensa como en la nevera.

Creemos que lo fresco es mejor. ¿Tú también?

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