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Cómo se hacen los aceites esenciales y los absolutos

La naturaleza está repleta de fragancias, pero ¿cómo llegan el aroma de una rosa o el olor hipnótico de la canela a una botella?

Todo tiene que ver con la ciencia. Las plantas tienen componentes aromáticos, que son los responsables de que la naturaleza huela tan bien (o tan mal). Para obtener los componentes aromáticos de las plantas, se tienen que extraer.

Liberar la bondad

Durante milenios, los humanos han utilizado las plantas por su aroma y han desarrollado muchas formas de hacerlo. En algunos casos, es tan simple como exprimir un limón; en otros, el proceso es mucho más complicado. Los pétalos, los tallos, las frutas, las verduras y las hojas tienen diferentes texturas, estructuras y composiciones, lo cual significa que requieren de diferentes tratamientos para liberar sus componentes aromáticos.

Existen tres métodos principales de extracción: destilación por arrastre de vapor, extracción de absoluto y exprimido. Cada uno produce un material fragante que se puede utilizar en los productos y en los perfumes. Los aromas también se pueden crear de forma sintética mediante el uso de químicos en un laboratorio.

Destilación por arrastre de vapor

La destilación por arrastre de vapor es el tipo de destilación más común. Se usa para obtener los aceites de las hierbas, semillas, cortezas y raíces, entre ellos el pipermint, el sándalo y la salvia.

Esta técnica, que es relativamente simple, no ha cambiado mucho pese a los cientos de años que tiene; esto es así porque lo único que se necesita es agua, el ingrediente que se quiera destilar y recipientes para calentar (y, por último, claro, recoger el resultado).

El funcionamiento de la destilación por arrastre de vapor consiste en obligar al ingrediente a que libere los aceites volátiles que guarda. Primeramente, se coloca el ingrediente en una cuba y se combina con vapor o con agua caliente. El calor desintegra la planta y sus componentes aromáticos se liberan en forma de vapor infusionado con el aceite esencial del ingrediente. Este vapor aromático se condensa y se coloca en un esenciador, donde se divide en agua y en aceite. Seguidamente, se extrae el aceite y se embotella.

Extracción de absoluto

Algunos ingredientes no aguantan el calor de la destilación por arrastre de vapor. Por ese motivo, flores como la mimosa o el jazmín se someten a un proceso llamado extracción por disolvente. Este método no utiliza ni calor, ni vapor, ni agua. Se sumergen los ingredientes en un disolvente, como el etanol o el hexano, para que liberen su aroma.

La mezcla del disolvente diluye los componentes aromáticos de la planta y los libera en forma de líquido. Después se retira el disolvente y lo que queda es una mezcla concentrada y fragante llamada absoluto. Los absolutos suelen oler como las plantas originales y no como aceites esenciales porque no se han sometido a calor. Muchas plantas se pueden utilizar para crear aceites esenciales y absolutos, pero algunos ingredientes solo están disponibles en formato absoluto por su propia naturaleza. Esta forma de extracción también se usa para crear hormigón y resinas.

Exprimido

Probablemente la forma más antigua y simple de extracción. El exprimido implica presionar un ingrediente para que libere su aceite esencial.

Actualmente, se suele utilizar para recoger aceites de las cáscaras de las frutas cítricas, como el pomelo, el limón y la lima, porque albergan la mayor parte del aceite en la piel. Este tipo de extracción se puede hacer a mano simplemente exprimiendo la cáscara o a una escala mayor con una prensa mecánica. 

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