La sociedad autoconservante

Los conservantes naturales como la sal, la miel y la arcilla mantienen tus productos frescos durante más tiempo. Como resultado, alrededor del 65% de gama de productos -desde limpiadoras y champús hasta bombas de baño- es autoconservante.

Al principio, la mayor parte de estos productos autoconservantes eran de tipo sólido, ya que las bacterias requieren agua para crecer y multiplicarse. Para mantener frescas las cremas, lociones y líquidos, utilizamos cantidades mínimas de conservantes sintéticos (como metilparabeno, propilparabeno, fenoxietanol y alcohol bencílico) ya que aumentan significativamente el periodo de conservación de los productos no sólidos. Aún así, por si prefieres usar productos que no lleven conservantes sintéticos, hemos reformulado tus productos favoritos para que sean autoconservantes de forma natural y sin diferencias significativas en su apariencia, textura, precio o vida útil.

¿Qué son los parabenos?

Los parabenos se han utilizado de forma segura desde los años veinte y también han sido objeto de numerosos y exhaustivos controles de seguridad. Su uso está muy extendido, ya que son muy baratos, incoloros, inodoros, no tóxicos y tienen un amplio espectro de actividad antimicrobiana (es decir, impiden el crecimiento de hongos, bacterias y otros microbios en cremas y maquillajes).

Tal y como explica la Dra. Stefanie Williams, dermatóloga en la clínica European Dermatology London: "Los parabenos tienen un largo historial de uso y son muy comunes en el cuidado de la piel! Son muy populares y en la gran mayoría de casos, no ocasionan ningún problema. En muy pocas personas, los parabenos pueden causar alergias de contacto, aunque eso es raro en comparación con su extendido uso". A pesar de esto, los parabenos se han convertido en un ingrediente impopular, aunque muchos clientes no están del todo seguros de por qué. "Realmente existe una demanda de fórmulas sin parabenos. Tanto es así que los nuevos productos que salen al mercado se consideran controvertidos si contienen este ingrediente", dice la bloguera de belleza Caroline Hirons, que añade: "Pero estoy segura de que la mayoría de la gente no sabría por qué los parabenos se consideran peligrosos".

De hecho, la preocupación por los parabenos se remonta a un estudio de 2004 en el que se encontraron rastros de parabenos en tumores de cáncer de mama. Esto formó la base de la teoría de que los parabenos, que pueden imitar débilmente la hormona estrógeno, pueden alterar las hormonas y aumentar el riesgo de cáncer de mama. Sin embargo, en estudios posteriores no se han encontrado pruebas que apoyen estos hallazgos. Rachel Rawson, enfermera clínica especializada en cáncer de mama, confirma que "en la actualidad no existen pruebas concluyentes que sugieran que el uso de productos con parabenos esté vinculado directamente con el desarrollo de cáncer de mama".

Los parabenos han sido sometidos a pruebas tan rigurosas que los expertos creen que son más seguros que otras alternativas sintéticas. El Dr. Edmund Fowles, de EF Chemical Consulting, una empresa especializada en evaluaciones de seguridad de cosméticos, comenta: "Estoy absolutamente seguro de la seguridad de los parabenos. Como resultado de toda la preocupación sobre los posibles riesgos, se ha llevado a cabo una exhaustiva investigación que ha cubierto todos los ángulos. La diferencia con los cosméticos "sin parabenos" radica en que, en estos últimos, se emplea un tipo de conservante diferente, investigado con mucha menos rigurosidad; por lo tanto, la afirmación de que estos productos son mejores carece de fundamento".

La Dra. Williams está de acuerdo: "Los parabenos rara vez causan problemas en la piel. No es el caso de algunos conservantes nuevos, y menos probados, que pueden causar reacciones más frecuentes". Por todas estas razones, Lush sigue utilizando parabenos a niveles adecuados a las directrices de la UE. Los reglamentos actuales de la UE permiten una concentración total del 0,4% de metilparaben en productos cosméticos, y Lush utiliza el 0,2% como estándar. En el caso del propylparaben, la concentración máxima de propylparaben se sitúa en el 0,14%, mientras que Lush solo usa el 0,1%.

¡Viva la madre naturaleza!

Como probablemente habrás observado, los productos Lush tienen una fecha de consumo similar a la de los alimentos del supermercado. Pero, a diferencia de la mayoría de las marcas de cosméticos de la competencia, también incluimos la fecha de fabricación. Te recomendamos mantener nuestras mascarillas faciales elaboradas a partir de productos frescos en la nevera y utilizarlas tan pronto como sea posible mientras los ingredientes todavía estén frescos y activos, aunque la mayoría de nuestros productos tienen un periodo de conservación de 14 meses a partir de la fecha de fabricación. En la mayoría de los casos lo conseguimos sin conservantes, gracias a la formulación de los productos.

Todos los cosméticos que contienen agua requieren algún método de conservación, ya que el agua favorece el crecimiento y multiplicación de las bacterias. Por lo tanto, al eliminar el exceso de agua (convirtiendo los geles de burbujas en pastillas sólidas, las lociones corporales en aceites de masaje sólidos y creando champús y acondicionadores sólidos) se inhibe el crecimiento bacteriano, lo que evita a su vez la necesidad de añadir conservantes sintéticos. Lo mismo se aplica a nuestros jabones, desodorantes en polvo, dentífricos y limpiadoras frescas. En nuestros productos utilizamos arcilla, calamina, talco y caolín y sal (que es alcalina) para reducir la reproducción de bacterias ya que éstas sólo crecen en condiciones ácidas.

Por supuesto, no resulta práctico vender exclusivamente productos sólidos.Hemos encontrado un sistema para mantener al mínimo la cantidad de "agua libre" (el agua sobrante una vez finalizadas las reacciones químicas), lo que significa que incluso nuestros productos hidratantes pueden llegar a ser totalmente autoconservantes. Al equilibrar los niveles de agua, mantecas y aceites, agentes limpiadores y otros preciosos ingredientes naturales, podemos crear cosméticos hechos únicamente de materias beneficiosas para el pelo o la piel.

Es un proceso delicado que llevará mucho tiempo y esfuerzo. Las dinámicas de las fórmulas deben equilibrarse con mucho cuidado para poder crear productos que sean efectivos, prácticos y duraderos sin necesidad de usar un sistema de conservación. Y por supuesto, no deben perder ni una pizca de su calidad.

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