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Desodorantes naturales: trabajando con la naturaleza

Si empiezas a sudar al escuchar «desodorante sólido» o «sin aluminio» (*temblores*), y  piensas que el optar por alternativas más naturales es algo que concierne solo a cierto tipo de gente… Dale una vuelta.

Existe el sudor y no huele

¿Cómo, cómo?

El sudor es la forma natural que tiene tu cuerpo de bajar el termómetro interno y eliminar las toxinas. Está hecho mayormente de agua y sales: sodio, potasio y magnesio, que son fundamentales para el equilibrio químico y eléctrico del cuerpo.

Y lo anterior no es para decir que el olor corporal es simplemente una ilusión, porque vivir con adolescentes o entrar en unos vestuarios mal aireados es suficiente para demostrar que es real. Sin embargo, no es el sudor como tal lo que huele, sino las bacterias de la piel que rompen los ácidos del sudor.

Mark Constantine, fundador de Lush, explica: «El olor corporal es el de microorganismos descomponiéndose. Estos proliferan bajo el brazo porque es como una selva tropical».

La mayoría de los antitranspirantes (que son diferentes de los desodorantes) se crean utilizando componentes de aluminio para limitar la cantidad de sudor. En Estados Unidos, están clasificados por la FDA (Food and Drug Administration) como «un producto farmacológico que se aplica tópicamente y que reduce la producción de transpiración (sudor) en esa zona». Ingredientes como el hidroxicloruro de aluminio y el aluminium zirconium funcionan como tapones para obstruir parcialmente el orificio de la glándula sudorípara, lo que minimiza el flujo de transpiración.

Refrescar: el proceso de la naturaleza

En cambio, los desodorantes de Lush utilizan ingredientes efectivos libres de aluminio para que estés seco/a, sientas seguridad y no te molesten olores indeseados o manchas, y todo ello mientras permitimos que el cuerpo haga su trabajo.

Esto es posible gracias al poder de absorción de algunos polvos, como el lycopodium powder, el bicarbonato de sodio, el carbón y el magnesium trisilicate, que pueden secar el exceso de humedad que liberas a lo largo del día. El bicarbonato de sodio se combina con el ácido tartárico y con el carbonato de magnesio en T’eo para crear un desodorante sólido y sin envase que no se deshará a la hora de aplicarlo (tampoco le viene grande el aportarte frescor). Contiene aceite de enebro, de hierba limón y de árbol del té para combatir las bacterias y para hacer que huelas estupendamente a cítricos. Además, la base se impregna en cera azul para que así sea más fácil coger la pastilla y aplicarla.

¿Aún no te hemos convencido? Los desodorantes sólidos y desnudos no necesitan envase, de modo que son una alternativa más respetuosa con el medio ambiente.

Hacer que los aceites esenciales y los ingredientes naturales influyan en los procesos físicos también es algo clave en la gama de desodorantes de Lush. Vamos a fijarnos en el pachuli, por ejemplo: el efecto refrescante que produce impide la necesidad de transpirar. Según Helen Ambrosen, inventora de productos, su aroma distintivo y ahumado dura mucho («se adhiere a la piel y permanece en ella»), por lo que hueles genial todo el día. El pachuli está presente en el desodorante Aromaco, que es suave y sólido, y en The Greeench, en forma de polvo.

Y eso es todo. Los desodorantes naturales son una opción estupenda que, además, desprenden un olor limpio y refrescante.

Si te has decidido a probarlos, sé paciente. Es posible que tengas que darles una oportunidad a varios para ver cuál es el que mejor te va, sobre todo si has estado usando antitranspirantes. No obstante, paciencia y aplicar un poco más de lo habitual en la primera o en la segunda semana es lo único que se necesita para hacer una transición que no te haga sudar la gota gorda.

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