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Aceite de ducha Vs. gel de ducha

Quieres escoger la ducha que mejor te va, pero el tema te está dando guerra. No te preocupes, pasa mucho. Por eso, te vamos a presentar a los contrincantes que quieren hacerse con el podio de tu rutina, para que hagas tu apuesta con toda la información en la mano. ¡Que empiece el combate!

Antes de entrar en el ring debes decidir de qué lado estás. En una esquina del cuadrilátero se encuentra un clásico entre los clásicos, lo conoces bien (y él a tu piel también). Después de tanto tiempo podrías pensar que lo sabes todo sobre el gel de ducha, pero te sorprenderá descubrir que todavía guarda algún as en la manga.

En la esquina opuesta, una nueva promesa de la ducha se ha abierto paso hasta llegar a lo más alto. Su nombre resuena con fuerza… ¡sí, lo has adivinado! Se trata del aceite de ducha, un aceite corporal en la ducha. Vamos a echar un ojo a las cualidades de cada uno para poder decidir bien por cuál apostar.

Round 1 *ding ding*

Por favor, una ovación para recibir al aceite de ducha: pequeño, poderoso y tan nutritivo que no lo podrás creer.

Sus cualidades principales son las mismas que las de su contrincante embotellado: limpian la piel en profundidad, tienen una deliciosa fragancia e increíbles beneficios. La principal diferencia es que está libre de plásticos. La manteca de cacao de comercio justo y la cera de girasol lo convierten en una sólida apuesta zero waste que mantiene los envases alejados. Además, estos dos ingredientes de su base trabajan mano a mano para retener la hidratación y dejar en la piel la misma sensación de suavidad que sientes después de aplicar una hidratante, pero con un paso menos. En pocas palabras: es perfecto para ahorrar tiempo.

Este contendiente es un poco más suave sobre la piel delicada gracias al cocamidopropyl betaine, que es el ingrediente encargado de hacer espuma. El aceite de ducha tiene un objetivo bien definido: asegurarse de hidratar el cuerpo tanto como pueda gracias a que su fórmula incluye montones de mantecas y aceites esenciales.

Para usar un aceite de ducha, solo tienes que aplicarlo directamente sobre la piel mojada con agua tibia. Cuando termines, déjalo secar antes de guardarlo en una lata o en el estante del baño. Puedes utilizar los aceites de ducha solos o después de un gel de siempre, para conseguir así una limpieza más profunda.

Si ya has escogido a estos aceites corporales libres de plástico, quizá la decisión más complicada venga ahora. Conoce a un par de ellos y decide con cuál quedarte (si es que no acabas llevándotelos todos). Minamisoma se encarga de que las duchas sean revitalizantes y muy nutritivas, gracias a una dosis extra de aceite de colza. Su fórmula incluye también cúrcuma en polvo, un potente antioxidante que deja la piel tan suave como brillante. Otra opción por la que apostar es Coco Loco que combina el aroma tropical del aceite de naranja de Brasil con la cremosa espuma que deja a su paso la crema de coco. Solo podrás pensar en playas de arena fina y aguas turquesa. 

Round 2 *ding ding*

Mundialmente conocido, heptacampeón del mundo en ocuparse de la piel como nadie, un habitual de las duchas en todas las casas… demos la bienvenida al ring al gel de ducha.

Esta opción convencional es versátil y fácil de usar. El gel utiliza un surfactante, el ingrediente que se encarga de hacer espuma, para eliminar de la piel la suciedad y el aceite, dejándolo todo limpio y reluciente a su paso. Este héroe de ducha siempre ha venido en su botella, hasta ahora que también existe la opción naked zero waste y libre de plásticos, igual de fácil de usar y conservar.

Los geles de ducha también están cargados de ingredientes y aceites esenciales que se encargan de hacer maravillas en la piel (¡también en el ánimo!). Si necesitas una pequeña ayuda revitalizante Happy Hippy, cargado de pomelo, es tu gel. El aceite de bergamota también se une a esta fiesta de ingredientes con superpoderes para refrescar la piel y despejar la mente.

En el caso de que estés buscando un aliado para las duchas nocturnas, tienes que decidirte por Sleepy, la fórmula para dormir a pierna suelta. Si tus sueños son de todo menos dulces y hasta las ovejas se te escapan, confía en este gel relajante de infusión de flores de lavanda. Además, el ylang ylang aleja las preocupaciones, para que te acuestes en paz o empieces el día con serenidad. Descubre toda la gama aquí

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